Con la participación de Chile se realizó en Montevideo, Uruguay, el Segundo Encuentro Regional para abordar la Trata de Personas con fines de Trabajo Forzoso, organizado por la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC) para la Región Andina y el Cono Sur.

El encuentro se desarrolló entre el miércoles 31 de mayo y el viernes 2 de junio y contó con la participación de representantes de Colombia, Chile, Ecuador, Paraguay, Argentina y Uruguay y tuvo como principal objetivo intercambiar experiencias en políticas públicas para la detección temprana de trata y explotación laboral, así como construir planes y agendas de acción conjunta que permitan abordar integralmente este delito.

La Secretaria Ejecutiva de la Mesa Intersectorial de Trata de Personas, Daniela Madsen, expresó que participar de este evento le permitió “conocer los esfuerzos que están realizando los países en materia de asistencia a víctimas, prevención y persecución de los delitos de trata de personas con fines de trabajo forzoso, considerando que existen bajas sentencias condenatorias por el delito de la trata en la región”.

Destacó además “el consenso que existió entre las delegaciones en cuanto a que la cooperación regional se torna de fundamental al momento de enfrentar este tipo de delitos”.

Buenas prácticas

Entre las buenas prácticas de otros países cabe destacar políticas tales como la expuesta por Sérgio Carvalho, auditor-fiscal de Trabajo de Brasil, en la que se destacan las facultades y características que tienen las unidades móviles que detectan y abordan situaciones de trata y trabajo forzoso de forma multiagencial. A esto se le suma el sistema de «lista sucia», un Registro de Empleadores Infractores, que rige desde el año 2004, por medio del cual el gobierno publica las empresas que emplean mano de obra esclava por dos años, limitándoseles los créditos de bancos públicos, informando a los bancos privados y sugiriendo que no se les otorguen créditos o facilidades. De esta lista solamente pueden ser excluidas en el caso de que las empresas infractoras se presenten y regularicen su situación. También se destaca la transparencia y publicidad de los casos detectados, víctimas rescatadas, discriminando por modalidad de trata, región e incluso municipio. Información que es pública y se actualiza de forma diaria.

Asimismo, en el caso de la experiencia de Colombia, la exposición del representante del Ministerio de Trabajo, Juan Camilo Vásquez, resalta fundamentalmente el análisis que dicho país realiza de avisos de ofertas laborales, tanto de empresas que se encuentren dentro del mismo, como en el caso de aquellas radicadas en el exterior, pudiendo incluso sensibilizar a la persona que está por viajar. También se destacan medidas de prevención, como campañas en las que se demuestra la facilidad con la que una persona puede ser engañada con promesas falsas de trabajo, y ayudando a la potencial víctima con el acceso a un portal de empleo formal del Ministerio de Trabajo.

Principales conclusiones

Como principales conclusiones del encuentro se propusieron las siguientes:

1- Posicionar la agenda en materia de lucha contra la trata de personas específicamente en la modalidad de Trabajo Forzoso para visibilizar su ocurrencia.

2- Diagnosticar la relación de esta finalidad de explotación con otros fenómenos delincuenciales en crecimiento en la región.

3- Fortalecer los sistemas de información a nivel nacional y regional.

4- Fortalecer la respuesta en zonas críticas, principalmente en zonas de frontera con ECI y ERI.

5- Crear sinergias con iniciativas en marche (plataforma continental) para posicionar la temática para dar respuestas conjuntas.

6- Establecer estándares mínimos para la asistencia a víctimas del delito.

7- Promover la constitución de inspecciones conjuntas para promover la investigación proactiva y articulada.

Cabe resaltar que UNODC promueve a nivel global la implementación del Protocolo para Prevenir, Reprimir y Sancionar la Trata de Personas, por mandato de la Asamblea General de Naciones Unidas, con más de 20 años de trabajo acompañando a los Estados Miembro. Con este objetivo, se promovió en este encuentro la réplica de buenas prácticas y se buscó establecer un consenso para la definición de agendas de trabajo conjuntas, con el objetivo de favorecer el combate de este delito en los niveles nacional, subregional y regional.